Una mañana mientras paseaba por la playa vi a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarme vi que era un niño que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.
Le pregunte que estaba haciendo.
-Le dije: Pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas.
Me miró fijamente , cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó:
– Para ésta… sí tiene sentido.
Me marche un tanto desconcertado, no podía explicarme una conducta así. Esa noche no dormí bien, soñé con el niño y las estrellas de mar por encima de las olas.
A la mañana siguiente corrí a la playa, busque al niño y le ayude a salvar estrellas.